miércoles, 26 de febrero de 2014

Bonam uoluntatem (Presentación I)



Un saludo con mi bienvenida, me llamo Guillermo Soriano y soy el autor de este blog.
En esta primera entrada voy a explicar el significado de las dos primeras palabras del título. He elegido la expresión latina bonam uoluntatem para dar nombre a este pequeño proyecto. Se trata de las palabras con las que el maestro romano Marco Fabio Quintiliano termina la Institutio oratoria, un tratado educativo dedicado a dotar a los ciudadanos romanos de una sólida formación retórica y humana. Así, tras doce libros y más de 700 páginas, Quintiliano concluye su obra explicando el propósito que ha perseguido con su escritura. Veamos dos traducciones castellanas de este texto (la primera de I. Rodríguez y P. Sandier y la segunda de A. Ortega):

 He aquí, Marcelo Victorio, lo que yo he creído poder contribuir por mi parte al adelantamiento en los preceptos de la oratoria, cuyos conocimientos podrán servir a los estudiosos jóvenes, si no de grande utilidad, por lo menos para hacerlos tener una buena voluntad, que es lo que mayormente deseamos.

Estas eran las explicaciones, Marcelo Victorio, con las que, a mi parecer, podían promoverse a través de nuestra labor las enseñanzas del arte de hablar; si su conocimiento no aportare a los jóvenes que las estudien gran utilidad práctica, que al menos consiga aquello que ciertamente más nos importa: la voluntad de dirigirse hacia el Bien.

Como puede verse, el bonam uoluntatem de Quintiliano, (la “buena voluntad” o la “voluntad de dirigirse hacia el Bien”) se interpreta como una exhortación a la virtud, una defensa del valor moral de la pedagogía. Lo que esto significa es que el antiguo maestro romano priorizó ante todo la finalidad ética de la educación, puesto que entendía la formación del carácter de la persona antecede en importancia a la adquisición de conocimientos y aptitudes que también es parte constitutiva de cualquier proceso educativo.
La relación de estas palabras con la cultura grecolatina, con el humanismo y con la educación en general serán materia para  siguientes entradas. Hasta entonces, amable lector, le planteo si está usted de acuerdo con el planteamiento aquí esbozado: si la educación debe orientarse firmemente desde una posición ética, o si es preferible dejar de lado este posicionamiento y dedicarse  a conseguir unos objetivos de carácter más puramente práctico o académico.


2 comentarios:

  1. El núcleo de la moral es la buena voluntad, que se distingue del mero cumplimiento de los deberes.
    Me gusta esta iniciativa Guillermo, un saludo. Adrián D.

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    1. Buenos días Adrián.
      Me parece interesante la reflexión que planteas sobre la moral como elección y no como obligación.
      Un saludo y muchas gracias por tu comentario.

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