viernes, 20 de junio de 2014

El combate de los lobos



 (Es cuento que leí en algún sitio, atribuido a la cultura de los indios americanos y que ofrece una muestra sobre los valores humanos transmitidos en su pedagogía)

Hace doscientos años, vivía un viejo jefe de la tribu Cherokee. Durante su vida fue un buen líder de su pueblo y demostró muchas veces ser una persona inteligente, justa y generosa. Siendo respetado por todos por su bondad y sabiduría, llegó a convertirse en  un hombre muy anciano. Debido a su fama como maestro, cada año venían a verle niños y jóvenes de otras tribus: Apache, Sioux, Omaha o Cheyenne, que querían pasar un tiempo con el afable viejecito para aprender de él.

Una noche, mientras el viejo jefe estaba sentado alrededor de la hoguera junto con algunos muchachos, se escucharon a lo lejos unos escalofriantes aullidos.

-¿Qué sucede, maestro?- preguntó uno de los niños.

-Son dos lobos que están luchando por liderar su manada- contestó el viejo.

Todos se quedaron callados, escuchando los ecos de los aullidos, que poco a poco se fueron alejando. Cuando la noche quedó en completo silencio, el anciano pidió a los chicos que se acercaran para contarles una historia. Les dijo:

En el interior de cada uno de nosotros, en todos los momentos de nuestra vida, se está librando un terrible combate entre dos grandes lobos que quieren hacerse dueños de nuestra persona.

Uno de los lobos es fuerte y astuto. Es tranquilo, paciente y fiel a los suyos. Se preocupa por el bienestar de su manada y quiere ser un buen jefe para todos. Por eso siempre se muestra atento, amable y respetuoso con los demás lobos.

El otro lobo es igual de fuerte, pero es agresivo, egoísta y envidioso. Sólo se preocupa por sí mismo, ambiciona el poder y se pasa el tiempo andando de un sitio para otro,  gruñendo y mostrando sus garras y colmillos al resto para que le teman.

Estos dos lobos viven dentro de cada uno de nosotros y libran una guerra sin cuartel en nuestro interior. Dependiendo de cual gane cada batalla, las personas se comportan de una manera o de otra. La gente en la que prevalece el lobo pacífico está en calma, vive tranquila y se porta bien con los demás. Sin embargo, los dominados por el lobo violento son irascibles, sufren envidia y ansiedad, y se comportan cruelmente con sus semejantes.

Los niños quedaron sorprendidos y durante unos minutos permanecieron sumidos en sus pensamientos, reflexionando sobre la historia que acababan de escuchar. Finalmente, uno de ellos preguntó al anciano: -Maestro, ¿cómo podemos saber cuál de los lobos ganará la guerra en cada uno de nosotros?- .

El viejo jefe sonrío antes de responder: -Es muy sencillo: ¡ganará el lobo al que  alimentemos más!-.

2 comentarios:

  1. Muy buena la historia, recomendable a aquellos que todavía piensan que el egoísmo es connatural al ser humano. Ya los antiguos astrónomos aseguraban que no hay mejor forma de enfriar el afán de poder que salir a la Naturaleza y mirar las estrellas.....y Unamuno no dejaba de repetir que la sabiduría conduce a la humildad, pues cuando más sabio se hace uno más se da cuenta de todo lo que ignora. Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias por tus palabras, David.
    Creo que es muy positivo salirse de vez en cuando de lo que uno mejor conoce y tratar de aprender de otras materias, o de otras culturas, como es el caso del cuento que planteo. Como bien dices, en el momento en que nos acercamos a curiosear por otros ámbitos es cuando descubrimos lo limitado de nuestros conocimientos.
    Un fuerte abrazo y hasta pronto amigo.

    ResponderEliminar